POLITICA
17 de enero de 2025
Salud pública argentina: ¿un lujo innecesario?

Cuando la salud es para unos pocos
Salud pública argentina: ¿un lujo innecesario?
El Hospital Nacional Laura Bonaparte, reconocido por su especialización en salud mental y tratamiento de adicciones, enfrenta una crisis sin precedentes debido a las políticas de ajuste implementadas por el gobierno de Javier Milei. La reciente decisión del Ministerio de Salud, encabezado por Mario Lugones, de despedir al 40% del personal —183 trabajadores—
, ha generado preocupación tanto en los profesionales de la salud como en los pacientes que dependen de sus servicios.Estos despidos se enmarcan en un contexto más amplio de recortes en el sector sanitario, que incluyen la eliminación de 1.400 puestos de trabajo en diversas instituciones médicas, como los hospitales Posadas y Sommer, y el Instituto Nacional del Cáncer
. Además, se ha anunciado el cierre de 15 direcciones clave encargadas del abordaje territorial e integral de los sectores más vulnerables La reducción de personal y el cierre de servicios esenciales no solo afectan la calidad de la atención médica, sino que también ponen en riesgo la implementación de la Ley Nacional de Salud Mental, que promueve un enfoque de derechos humanos en el tratamiento de los pacientes. La falta de recursos y personal especializado dificulta la continuidad de tratamientos y la reinserción social de las personas atendidas.
La comunidad médica y los usuarios del sistema de salud pública han manifestado su preocupación por el impacto de estas medidas. La reducción del 76% en los fondos destinados a programas de VIH e ITS
y los recortes en hospitales pediátricos como el Garrahan son ejemplos de cómo las políticas de ajuste están debilitando la infraestructura sanitaria del país.
En respuesta, trabajadores y pacientes del Hospital Bonaparte han organizado asambleas y convocado a la sociedad a defender el derecho a la salud pública
La resistencia de la comunidad es fundamental para enfrentar un modelo que prioriza la reducción del gasto público por encima del bienestar de la población.La situación actual del sistema de salud argentino refleja una tendencia preocupante hacia la privatización y el desmantelamiento de servicios esenciales. La salud, lejos de ser un lujo, es un derecho humano básico que debe ser garantizado por el Estado. Las políticas de ajuste no solo afectan la calidad de vida de los ciudadanos, sino que también socavan los principios fundamentales de equidad y justicia social.