Un año de Milei: nada para festejar

Al cumplirse el primer año de gobierno de Javier Milei, las promesas de cambio y libertad que llevaron al líder libertario a la Casa Rosada se han diluido entre medidas que han golpeado duramente al pueblo argentino. El panorama social, económico y político está marcado por despidos masivos, una caída abrupta del consumo, y una creciente concentración de poder en manos de sectores privilegiados.

Despidos y precarización laboral

Uno de los primeros golpes del gobierno fue la ola de despidos en el sector público. Miles de trabajadores quedaron en la calle bajo el pretexto de "achicar el Estado". En paralelo, las reformas laborales flexibilizaron los derechos de los empleados, incentivando la contratación precaria y debilitando los sindicatos.

El consumo en picada

La combinación de despidos y una política económica enfocada en la austeridad ha generado una caída histórica en el consumo. La inflación, lejos de controlarse, se disparó, reduciendo el poder adquisitivo de las familias. Comercios cerraron sus puertas y los mercados populares se vaciaron, dejando a miles sin alternativas para subsistir.

La entrega de la soberanía

El retiro de Argentina del BRICS marcó un viraje hacia una política internacional alineada exclusivamente con Estados Unidos e Israel, relegando alianzas con otros bloques estratégicos como China y Rusia. Este cambio, presentado como un acto de "independencia", se tradujo en una pérdida significativa de oportunidades comerciales y financieras para el país.

Represión y violencia institucional

Las imágenes de jubilados reprimidos en las calles por reclamar la devolución de sus medicamentos gratuitos son un testimonio doloroso del endurecimiento de las políticas sociales. A esto se suma el desfinanciamiento de la universidad pública, que ha dejado a miles de estudiantes sin acceso a la educación superior.

Hambre y desamparo

La decisión de eliminar la distribución de alimentos a los comedores sociales ha profundizado la crisis alimentaria. Organizaciones barriales denuncian que el Estado ha abandonado a los sectores más vulnerables, obligándolos a depender exclusivamente de la solidaridad ciudadana.

Militancia violenta y brazo armado

Otro capítulo oscuro del gobierno de Milei ha sido el auge de la violencia por parte de sus militantes. La creación de "Las Fuerzas del Cielo", un brazo armado civil, ha generado alarma en distintos sectores sociales y políticos. Esta agrupación, presentada como un cuerpo de defensa de los valores libertarios, ha sido vinculada a episodios de intimidación y ataques contra opositores.

Contradicciones y desilusiones

Las contradicciones también han marcado la política exterior de Milei. Su discurso de "independencia" choca con la dependencia absoluta de un solo eje geopolítico, lo que limita las posibilidades de inserción global de Argentina.

Un año después, las cifras y los hechos demuestran que las promesas de progreso se han convertido en retrocesos tangibles. En este contexto, el balance del primer año de Javier Milei en el poder no deja lugar para festejos, sino para la reflexión y la resistencia frente a un modelo que, lejos de liberar, ha profundizado las desigualdades y el sufrimiento del pueblo argentino.