Las senadoras tucumanas se ubican en el top diez de cantidad de nombramientos políticos.
La peronista Sandra Mendoza, famosa por su frase sobre la "espada de Domacle" y esposa del Mellizo Orellana, suma hasta el momento 29 empleados con sueldos millonarios.
La alfarista Beatriz Avila, en tanto, acumula por ahora 27 asesores.
Es indignante saber lo que dió a conocer el diario La Nación al publicar los que cobra cada miembro de la Cámara Alta, un sueldo bruto de $ 7.800.000 y administra una caja mínima para designar personal de al menos $ 15.387.386 por mes.
Además del sueldo, que incluye otros beneficios, como gastos de representación, pasajes aéreos y viáticos, los miembros de la Cámara Alta cuentan un mínimo de $ 8.729.840 para designar asesores. No obstante, los ingresos son mayores si el senador integra alguna comisión. “Por esa tarea, que es parte del rol legislativo, reciben 3173 módulos adicionales. Es decir, $ 6.650.608 para más contrataciones de personal que debería cumplir funciones parlamentarias”, indica el informe.
Dos representantes tucumanas figuran entre los de los senadores más “caros” del país: la jaldista Sandra Mendoza (Frente Nacional y Popular), quien está en el séptimo lugar con un total de 29 empleados contratados, y Beatriz Ávila (Partido por la Justicia Social), también aliado al oficialismo provincial.