Tucuman sin Procrear

El reciente anuncio del gobierno nacional de discontinuar el financiamiento para el Plan Procrear ha generado incertidumbre en varias provincias, especialmente en Tucumán, donde el gobernador Osvaldo Jaldo había apostado al desarrollo de viviendas sociales como pilar de su política habitacional. A pesar de su apoyo al gobierno de Javier Milei, Jaldo no logró preservar la llegada de fondos nacionales necesarios para garantizar la continuidad del programa en la provincia, un golpe directo a las aspiraciones de miles de tucumanos que aguardaban acceder a una vivienda digna.

El Plan Procrear, lanzado en 2012 como una respuesta a la crisis habitacional en Argentina, permitió a miles de familias acceder a un hogar propio mediante créditos blandos y subsidios. Durante la última década, se constituyó en una política de Estado para facilitar el acceso a la vivienda y apuntalar la construcción en varias provincias. Sin embargo, la nueva administración nacional ha señalado que la “eficiencia de recursos” y la “revisión de gastos” llevan a la cancelación de los fondos destinados a estos programas, impactando directamente en provincias con alta demanda habitacional como Tucumán.

Tucumán y el sueño de la vivienda propia: Expectativas truncadas
La suspensión del Plan Procrear afecta a más de 10.000 familias tucumanas, quienes ya habían iniciado los trámites para la obtención de un crédito o estaban a la espera de la adjudicación de terrenos. Durante la gestión de Jaldo, se habían anunciado nuevos lotes y obras de infraestructura a partir del apoyo nacional, sin embargo, esta decisión golpea no solo las expectativas de los solicitantes, sino también el mercado laboral de la construcción, que depende en gran parte de las obras públicas y los desarrollos financiados a través de este programa.

En los últimos años, la administración provincial había reforzado su alianza con el gobierno nacional, apoyando políticas de ajuste que afectaban diversos sectores con la promesa de proteger el presupuesto para áreas estratégicas como vivienda e infraestructura. Este apoyo fue evidente en la transición política de cara al nuevo gobierno de Milei, pero el respaldo de Jaldo no logró evitar el golpe en la implementación de un programa clave para la provincia.

Sin Procrear, un duro golpe al desarrollo y la economía local
La cancelación del Procrear afecta no solo a las familias solicitantes, sino también a sectores que dependen de la obra pública, que es uno de los motores económicos de Tucumán. Según el sindicato de la construcción UOCRA, se prevé una posible caída en los puestos de trabajo si las obras financiadas por Procrear quedan paralizadas. Empresas locales, proveedores de materiales y pequeños comercios que trabajan junto al sector de la construcción también podrían ver reducida su actividad.

Las expectativas políticas de Jaldo y el desafío de la vivienda
El respaldo de Jaldo a Milei buscaba fortalecer su posición frente al electorado local y asegurar los recursos nacionales para áreas estratégicas de desarrollo, como el acceso a la vivienda. Sin embargo, la decisión de interrumpir el Procrear desafía esta alianza y expone la dependencia de los gobiernos provinciales respecto a las políticas nacionales. Aunque el gobierno de Milei ha prometido alternativas, la realidad en el corto plazo para Tucumán es de incertidumbre y dificultades para responder a la necesidad habitacional de su población.

Conclusión
La política habitacional de Tucumán enfrenta un momento crítico ante la suspensión del Plan Procrear. Para el gobernador Jaldo, la discontinuidad del financiamiento no solo representa un problema de gestión, sino también un revés político en el marco de su apoyo al nuevo gobierno nacional. La situación evidencia los desafíos de gestionar los recursos de la provincia en un contexto de ajuste, y plantea interrogantes sobre cómo garantizar el acceso a la vivienda para los tucumanos sin el apoyo directo de la Nación.