11 de noviembre de 2024
El impacto de la victoria de Trump en Brasil: de las cuestiones climáticas al caso Bolsonaro y la relación con China
Hay inquietud por el enfoque medioambiental del presidente electo estadounidense, la relación con Lula da Silva y la influencia de Beijing en el aspecto comercial del gigante sudamericano
“Sin embargo, los productores brasileños de soja ya han ganado terreno a los productores estadounidenses, con poco margen adicional para un crecimiento significativo. La dependencia comercial de Brasil respecto a China podría aumentar en un escenario en el que Trump prometa intensificar la rivalidad con los chinos”, escribe en el diario O Estado de São Paulo Matias Spektor, profesor de Política y Relaciones Internacionales de la Fundación Getúlio Vargas e investigador del think tank Carnegie Endowment for International Peace, con sede en Washington.
Además, si el presidente republicano vuelve a retirarse del Acuerdo de París, al que Biden regresaría más tarde y que regula las acciones para contrarrestar el cambio climático, podría producirse un impasse diplomático en la COP30, prevista para el año que viene en Belém, en la Amazonia brasileña. Según los expertos, quizá también para presionar sobre esta cuestión, Biden visitará la Amazonía el próximo domingo 17 de noviembre durante su viaje para asistir al G20 en Río de Janeiro. Según un comunicado de la Casa Blanca, el presidente se reunirá con los líderes indígenas de la región y con “otras personas que trabajan para preservar el crítico ecosistema”.
En una entrevista con la periodista de la CNN Christiane Amanpour, Lula dijo el jueves que Trump “tiene que pensar como un habitante del planeta Tierra”, en referencia a una posible retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París. “Creo que el presidente Trump tiene que pensar como un habitante del planeta Tierra. Y si piensa como el gobernante del país más importante y más rico del mundo, que tiene más tecnología y está mejor preparado militarmente, debe ser consciente de que Estados Unidos está en el mismo planeta que yo”, dijo.En la misma entrevista, Lula atacó al magnate Elon Musk, uno de los principales patrocinadores de la campaña electoral de Trump. “Lo único que queremos es que trate a los países con respeto y que no use fake news para informar a la gente, tanto estadounidense como brasileña”, dijo. Lula también restó importancia al apoyo de Bolsonaro al recién elegido presidente de EEUU. “Bolsonaro fue presidente y yo lo derroté. Incluso si hubiera apoyado a Trump, no tiene votos en Estados Unidos; Trump no habría ganado las elecciones”, dijo.Además, quedan algunos temas abiertos que podrían crear ruido diplomático y sobre los que Lula también se distanció de los demócratas. Brasilia y Washington discreparon en la era Biden sobre las cifras que EEUU enviaría al Fondo Amazonía, sobre las posiciones ante la guerra de Ucrania y el conflicto entre Israel, el grupo terrorista Hamas y la milicia radical chií libanesa Hezbollah. Mientras Estados Unidos es el principal aliado de Kiev y Tel Aviv, Lula ya se ha visto envuelto en varias polémicas por sus declaraciones sobre el conflicto en Ucrania y también en Oriente Próximo.
La incertidumbre sobre la victoria de Kamala Harris antes de la votación en EEUU había llevado al asesor de política exterior de Lula, Celso Amorim, según el diario Folha de São Paulo, a dar un paso atrás sobre la posible adhesión de Brasil, ya dada casi por segura por el presidente brasileño. Ahora, sin embargo, la victoria de Trump, así como la llegada del presidente chino, Xi Jinping, a Río de Janeiro el domingo 17 de noviembre con motivo del G20, podrían volver a trastocar las cartas. La posición del gigante latinoamericano en su intención de liderar la alianza sur-sur del planeta a través de los BRICS y con una moneda alternativa al dólar también podría exacerbar las relaciones con Washington.
Por último, está el asunto Bolsonaro, el gran amigo de Trump. En la votación presidencial estadounidense, el entonces presidente brasileño había grabado un vídeo respaldando a su homólogo en Washington. Trump le correspondió en 2022, cuando Bolsonaro se presentó de nuevo a las presidenciales, exigiendo a los brasileños que le votaran y llegando a llamar a Lula ‘Lulu’. Una asociación que ahora también pasa por la Argentina de Javier Milei, amigo tanto de Bolsonaro como de Trump y que podría crear un nuevo eje geopolítico apoyado por Estados Unidos.El politólogo Adriano Cerqueira, profesor del Ibmec en Belo Horizonte, dijo al sitio de noticias Gazeta do Povo que “la victoria de Trump en las elecciones estadounidenses puede representar una nueva fase de protagonismo de Bolsonaro en la política brasileña”. Según él, “Trump probablemente lo apoyará plenamente. Siempre menciona a Bolsonaro en los discursos y trabajará en esta articulación, involucrando a parlamentarios brasileños y estadounidenses. Bolsonaro sale muy fortalecido y sin duda retoma su papel de líder de la derecha en Brasil”, dijo.
Como informa el diputado federal Gustavo Gayer, del PL, muchos parlamentarios brasileños de derechas ya están planeando asistir a la toma de posesión del nuevo presidente de Estados Unidos, prevista para enero de 2025. Y las tensiones ya se vislumbran al respecto. El expresidente Bolsonaro ha dicho que quiere asistir, pero el problema es que no puede salir del país porque su pasaporte está requisado desde febrero pasado por Alexandre de Moraes, juez del Supremo Tribunal Federal (STF) que lo investiga por el supuesto intento de golpe de Estado de enero de 2023.