Prohibido Prohibir

Jaldo y su visión arcaica sobre los eventos culturales de música electrónica bajo la cortina de humo de la venta de drogas denota la falta de conocimiento sobre el género y la impericia del estado provincial para abordar situaciones que tienen que ver con el esparcimiento de los jóvenes

La clausura de un evento con todas las medidas de seguridad y de control por el solo hecho de que por ser una fiesta de música electrónica se vende mucha droga según las palabras del gobernador no hace más que estigmatizar a las personas que asisten y se torna en una medida persecutoria y discriminatoria

Está comprobado que prohibir no es la solución al problema del consumo de sustancias ilegales

También está empíricamente demostrado que cuando el estado no autoriza la realización de eventos lo único que hace es generar que se organicen afters o fiestas ilegales donde allí sí los jóvenes están sujetos a la inseguridad, hechos de violencia y expuestos a riesgos mayores

Debería el gobernador convocar a los productores de fiestas electrónicas y trabajar en conjunto para que el gobierno y los empresarios lleven adelante un plan de trabajo para que se puedan desarrollar los eventos culturales con los controles necesarios

También poner en discusión el accionar de la fuerza policial que constantemente acciona en forma de extorsión contra organizadores o propietarios de locaciones y amenaza con plantar pruebas que incriminen a los responsables si no pagan coimas

Mientras tanto Jaldo escucha la música que le pone el jefe de policía de la provincia y así prohíbe sin ningún aviso la realización de la fiesta más importante del norte argentino que es proyecto aborigen perjudicando a cientos de trabajadores de esta actividad estigmatizando a sus productores y motivando a la ilegalidad